Esta es una sección nueva, creada especialmente para vos. ¿Para vos? Sí, para vos, que querés convertirte en un autor publicado y no sabés cómo hacerlo.
Hacía rato que queríamos que este espacio sirviera más que para sólo producir, y fue por eso que nos conectamos con Belu, ex alumna del taller y ex editora de estilo con muchísima experiencia en el rubro.
Si tenés material que quieras publicar o simplemente te gustaría saber de antemano, te invito a que dejes tu pregunta en este formulario. Belu va a estar seleccionando tus preguntas en la próxima edición del newsletter.
Lee sus respuestas a sus preguntas por acá:
¿Cómo se hace para que alguien de una editorial
lea tu manuscrito si sos desconocido y no tenés contactos?
La pregunta del millón. No es imposible –tenemos que aferrarnos a la esperanza que da revisar la historia y ver que grandes nombres nacieron sin contactos y llegaron a ser escritorxs consagradxs–, pero sí es difícil. De todos modos, me atrevería a decir que es menos difícil que hace algunos años. Y, si les sirve de consuelo, aunque tengas contactos igual es difícil que lean tu manuscrito, así que nadie corre con tanta ventaja.
Para evitar desilusiones y desgaste emocional, recomendaría que no manden manuscritos a editoriales de manera espontánea. Es decir, enviar un mail con el archivo adjunto para ver si lo leen, porque probablemente no lo hagan. Tal vez ni lo abran. No es de maldad, lo juro: nadie tiene tiempo de sobra, en el ambiente editorial siempre se está corriendo y encima la plata no sobra (a veces ni siquiera hay). Ni hablar que, la mayoría de las veces, las propuestas editoriales que llegan a la bendita casilla de mail no encajan ni un poco con el perfil de la editorial, y uno del otro lado ya se siente hasta que lo están boludeando–pero de eso hablamos otro día. Es información importante y que ahorra muchas frustraciones tanto para escritores como para editores.
Lo que sí pueden hacer es mandar un mail consultando si la editorial está recibiendo propuestas y, de ser así, a dónde y cómo pueden enviarse. (Algunas –las grandes– incluso tienen apartados en sus páginas de Internet donde dicen cómo se puede enviar material). Si a la editorial le interesa leer escritorxs aunque no los conozcan, les va a contestar cómo pueden hacerlo, y si no trabajan así les van a contestar amablemente que no. Es preferible esto que prepararse mentalmente con toda la ilusión para mandar un manuscrito (con lo que eso nos implica a nivel emocional como escritores), adjuntar el Word de un millón de páginas al que tanto esfuerzo le pusiste y que nunca te respondan. Más que nada por el gasto de energía y de moral que implica. Es mejor guardarnos esas fuerzas para orientarlas en maneras que sí puedan rendir mejor.
De todos modos, la mejor manera de acercarnos a publicar, si somos “desconocidos” y no tenemos padres con amigues en la cultura, sigue siendo enviar material a concursos y convocatorias abiertas. Les juro que hay más de las que uno se imagina. Es cuestión de meterse un poco, investigar el ambiente y saber por dónde puede funcionar lo que tenemos.
Si publico mi primera novela sin muchos contactos, ¿conviene imprimirla independiente e ir a librerías o buscar una editorial?
Aprovecho que surgió esta palabra mágica para hablar un poquito de cómo funciona la industria editorial. "Independiente" es uno de esos términos que usamos como si hubiese un consenso universal de significado pero, en realidad, a cada uno le remite a algo distinto (véase cuando en Twitter hablan de "progres", todos sabemos pero a la vez nadie sabe bien qué es eso y cómo se define).
En Argentina, por ejemplo, Penguin Random House y Grupo Planeta son dueños de casi todas las editoriales que ves en librerías. Por nombrar solo algunas de los más conocidas que tienen en su haber, tanto de literatura como de ensayo y crítica:
PRH: Alfaguara, Debate, De Bolsillo, Literatura Random House, Lumen, Penguin Clásicos, Sudamericana, Taurus.
Grupo Planeta: Booket, Paidós, Planeta, Ariel, Empecé, Minotauro, Seix Barral, Tusquets.
En la industria editorial, "independiente" se refiere a los sellos cuyos dueños no son estas grandes empresas que monopolizan el mercado del libro. El más conocido y prestigioso en Hispanoamérica es, probablemente, Editorial Anagrama. En Argentina tenemos también, por ejemplo, a Eterna Cadencia (literatura, ensayo), Caleta Olivia (poesía), Siglo XXI (ensayo y ciencias sociales), Adriana Hidalgo (literatura), Beatriz Viterbo (literatura), Caja Negra (ensayo), Entropía (literatura)... y un millón más. Enserio, hay muchas. La próxima hablo más de ellas.
Ya sea que sean parte de algún grupo grande o independientes, estos dos tipos de editoriales son editoriales “convencionales”: es decir, hay que hacerles llegar el manuscrito, ellos eligen si lo publican o no, y, dato importante, NO te cobran por publicarte.
Pero hay un tercer tipo de “editorial”, y acá es cuando viene la confusión, porque se suele asociar esta opción con edición independiente. Son las famosas editoriales por encargo: les mandás tu texto, pagás, lo editan e imprimen. Técnicamente, no son editoriales, son “empresas que ofrecen servicios editoriales”. ¿Se entiende la diferencia? Acá mandes lo que mandes lo van a poner entre dos tapas e imprimir en formato libro, porque es el servicio que ofrecen al mercado: imprimir libros.
¿Cuál sería el problema, entonces, con esta opción? El principal, tal vez, es la distribución. Muchas prometen, además de imprimir tu libro, darle difusión en librerías: esto rara vez es cierto. O si lo mandan a algún lado, después queda arrumbado en una caja de depósito. Y esto tiene que ver con un segundo problema: como diría Damian en Mean Girls, publicar con ellas es un social suicide. Como es ampliamente sabido que cobran a los autores, eso se lee como que no hay un criterio de formación de catálogo o de identidad de la “editorial”: se publica a quien sea que pague por ello. Y la verdad es que, aunque nunca podemos descartar del todo que haya un Faulkner o una Almada incomprendidx y sin contactos que se hartó de idas y vueltas y decidió publicar de ese modo, no suele ser el caso.
No es que a las librerías las atiendan seres del mal que le hacen bullying a los libros que vienen de editoriales no prestigiosas, también pasa que, como justamente estas no son editoriales, no ganan plata con tu libro en sí: su ingreso principal es lo que te cobran cuando editás el texto. Después, como la impresión es a demanda, no les importa vender uno, dos o mil ejemplares, porque no pierden plata en ningún caso. Si alguien desde una librería se los pide, genial, imprimen uno y se lo mandan, pero no se van a esforzar en tenerlo stockeado de antemano.
Hasta ahora suenan horribles estas empresas editoriales, ¿tenemos que cancelarlas? No necesariamente. Pueden ser útiles si, por ejemplo, nos interesa tener el libro físico solamente para compartirlo entre familia y amigxs, o venderlo de manera particular en un grupo reducido (como material teórico de un curso que dictamos, por ejemplo). Pero si el objetivo es ser leídos por desconocidxs o hacerse #famosos en el mundo literario, la mejor opción siguen siendo las editoriales convencionales.
Y acá volvemos a la pregunta: es muy difícil para unx autorx hacerle difusión a su propio título en librerías. Son las editoriales convencionales las que controlan tanto la distribución de libros en papel como la publicidad y prensa en los medios. Ellas sí tienen un sistema de promoción y difusión de los títulos que imprimen, justamente porque los consideran una inversión, una apuesta a hacer crecer su proyecto editorial. No siempre lo consiguen, o no como quisieran, pero si invirtieron en tu libro, lo lógico va a ser que vayan a esforzarse en hacerlo.
Si realmente deciden imprimir a demanda y hacer difusión ustedes, más que por librerías apuntaría a ferias, eventos literarios, espacios culturales (muchas veces, esos espacion han sido semillero de grandes autorxs). O también a métodos de impresión/edición artesanales, como fanzines o novelas por fuera del sistema (sin ISBN, que es como el DNI de los libros, por ejemplo).
¿Cómo busco una editorial acorde?
Esta respuesta tiene, para mí, dos patas fundamentales. En esta edición voy a tratar una, y en la próxima complejizamos la cuestión con la otra. Pero arranco con esta porque, creo, va a abrirnos horizontes de lectura, y eso siempre es una gran opción, más allá de que nos publiquen o no.
En principio, podríamos decir que para encontrar una editorial acorde a nuestros textos hay que empezar por lo básico: leer lo que publican las editoriales.
En el newsletter pasado hablé de la diferencia entre las editoriales independientes y los grupos editoriales (Random House, Planeta). “Entrar” a una editorial que pertenezca a estos grupos es cuasimposible porque suelen publicar autores ya consagradxs. De hecho, cuando un autor firma con una de estas es cuando decimos que “la pegó”. Pero todxs, o al menos el 99,9999% de ellxs, arrancaron publicando en editoriales independientes.
Hoy en día la cantidad de estas editoriales es enorme –enserio–, pero incluso lxs que disfrutamos leer (o peor, lxs que estudiamos carreras de Literatura) solemos estar muy poco al tanto de que existen. No voy a ponerme a barajar hipótesis de cuál es la causa de nuestra ignorancia, porque seguro hay muchas. Pero lo cierto es que, si queremos ser escritorxs, está bueno (y es necesario) conocer nuestro rubro y a nuestros colegas.
Así como el ecosistema de editoriales independientes es enorme, también es muy diverso. Como primer paso hay que acercarse a las que publiquen lo que nosotrxs queremos publicar: ¿novelas? ¿Poesía? ¿Ensayos? ¿Todo lo anterior? Una vez que pasamos este filtro, hay que ver qué estilo tiene el catálogo de cada editorial. ¿El material que tienen es parecido a lo que yo escribo? ¿Cómo podría dialogar mi obra con las que ya tienen publicadas? ¿A qué tipo de gente publican? Y muy importante: ¿me gusta lo que publican? ¿Querría ver a mi libro impreso ahí? Pónganse exquisitos, piensen que es como elegir el colegio de un hijx.
Parece básico, pero no lo es. Hablé un poco de esto en el primer newsletter (hoy estoy metareferencial), pero no creerían la cantidad de mails que llegan a editoriales con propuestas que no encajan en lo más básico del sello: el tipo de material que publica. Por ejemplo, yo estuve en una editorial que no publicaba ficción, solo ensayos e investigaciones. Mínimo una vez por semana caían mails de alguien ofreciendo una novela, un poemario, cuentos. Si me mandás ese mail quiere decir que ni siquiera te tomaste el tiempo de leer mi web, porque con un simple clic te dabas cuenta de que era inviable: te limitaste a googlear “editorial” e hiciste copypaste a todos los resultados de la búsqueda, hasta a la Paulinas que solo publica Biblias y agendas religiosas. Nunca faltaba el que remataba el mensaje con “Creo que [mi obra] podría andar muy bien en su catálogo”; además de que ostensiblemente me metiste en una cadena masiva, te pido por favor que encima no me mientas en la cara y digas que leíste mi catálogo porque, si lo hubieses hecho, NO HUBIESES MANDADO ESTE MAIL (#harta).
Esos mensajes mejor evitarlos. Quedan mal, demuestran que ni te gastaste en investigar un poquito, y ponen en duda qué tanto apreciás tu propia obra. Literal, piensen en su obra como un hijx: no se lo mandarían a cualquiera. Entiendo que salen del desconocimiento total del rubro –es cierto que es muy cerrado– y de las ganas de publicar, pero un MÍNIMO de research te orienta muchísimo y no es nada del otro mundo hacerlo, les juro.
Todo lo que nos acerque y nos haga tener noción del mundo editorial siempre está bueno. Seguir a las editoriales que nos gustaron en redes, ver si hay vías de contacto o la opción de mandar material, leer su web, seguir a sus autorxs y editorxs y leer sobre ellxs, ver si hacen eventos o actividades con lectores. Esto no quiere decir que al primer mail que mandemos a una editorial independiente con la que tuvimos feeling nos leen, nos publican y somos felices. Ojalá. Pero el esfuerzo mental y emocional invertido, al menos, va a estar direccionado de manera más eficiente.
Les recomiendo fuertemente que chusmeen la página web de la Feria de Editores. Es una especie de Feria del Libro alternativa: se hace todos los años (el año pasado se hizo virtual), participan muuuuchas editoriales independientes (RH y Planeta directamente no están), hay charlas y talleres, y es especial porque al stand de cada editorial lo atienden –valga la redundancia— sus editores. No digo que es para que vayan a tirar CV o manuscritos a la mesa, lamentablemente no funciona así, pero es una linda manera de enterarse de la oferta de lectura que hay, de conocer gente y de charlar de libros con quienes más los conocen: lxs que los hacen. Acá están todas las que participaron en la edición 2020: http://www.feriadeeditores.com.ar/fedvirtual/
¡Besos! Hasta la próxima 💋💌
¿Cómo busco una editorial acorde? (bis)
Como dije la última vez que charlamos, quería tratar dos aspectos de esta respuesta, por eso hoy vengo con el bis.
Como primer punto había dicho que es una gran entrada en el mundo editorial un poco de research: conocer el ambiente, ver quiénes publican qué cosas, qué estilos tienen las editoriales. Como en todo ámbito nuevo en el que nos queramos meter, informarse sobre él y su funcionamiento es clave. (Y acá, de yapa, leemos muchísimo 📚❤).
Ahora bien, una vez hecha esa cuestión, más allá de los datos duros y la cuestión fáctica de quién-es-quién, me parece importante sincerarnos con qué estamos buscando a la hora de publicar. ¿Quién quiero que me lea, y con qué objetivos? “La mayor cantidad de gente posible”, “mis amigxs y conocidxs”, “gente intelectual cool” son todas respuestas válidas, pero marcan recorridos muy distintos a la hora de buscar un espacio acorde.
Podría haber mil respuestas más, pero voy a tomar esas como ejemplos. Si lo que querés es llegar a mucha gente nueva, tal vez podrías buscar un portal o página web que publique relatos (que tiene más facilidad de difusión que un libro en papel) o abrirte un blog. Si querés poder tener un libro en físico para repartir entre tus seres queridos o llevar vos mismx a ferias, centros culturales, eventos (en un mundo pospandémico), trabajar con una editorial por encargo (de las que ya hablamos en el newsletter de marzo) o buscar alguna que haga libros artesanales puede ser una buena opción. Si querés ser un autor cool del mundillo literario y que te reseñen en suplementos de cultura, hay que meterse en esa onda: ir a los talleres de moda, hacer sociales con gente afín, estar atentx a eventos y convocatorias (es el precio que pagar por esta opción, y no necesariamente es agradable para todxs: hay que preguntarse si estamos dispuestos a hacerlo).
Si querés publicar por las vías convencionales o ya establecidas, no es imposible: si te lo proponés y te enfocás, se puede. Pero, tal vez, el proyecto editorial perfecto para publicar tus cosas todavía no existe. Enserio. Tal vez lo vayas a encontrar el día que menos lo esperes, cuando ya creías que nunca iba a existir. O tal vez lo vayas a armar vos con amigxs o gente con tus mismos intereses. No digo que sea fácil, pero me parece (al menos personalmente) que está bueno apelar a la autogestión y el do it yourself cuando no encontramos un lugar que nos cierre 100% a la hora de mandar nuestras cosas, o cuando sentimos que las puertas no se abren por la vía convencional.
Por eso me parece primordial el espacio de los talleres (en los que unx se sienta cómodx), juntarse con gente con la que compartimos intereses, ideas, gustos. No hacerlo with an agenda ni ya pensando en a quiénes podemos reclutar o nos pueden ser “útiles” (horrible visión utilitarista de la vida), sino para genuinamente disfrutar y explorar las cosas que nos hacen felices. Y, quién sabe, de ahí tal vez salga algo maravilloso.
Besos!! 💌🌹
Belu
¿Cuáles son los pasos a seguir para presentar un manuscrito? ¿Antes de eso debo enviarlo a un corrector/editor de estilo?
En lo que respecta a “tener un manuscrito listo”, no deberían preocuparse más que por la parte narrativa (pulir su historia hasta que la sientan lista) y por tener el archivo “limpio” en algunas cuestiones que veremos ahora. No tienen que tramitar ISBN, ni registrar derechos, pagar o hacer trámites de nada.
Primero y principal, regla de oro que espero recuerden siempre: keep it simple. Archivo de Word, con una fuente amigable (Arial, Calibri, Times New Roman) en un tamaño cómodo (11 o 12 pts), hoja Carta o A4, márgenes normales, un lindo interlineado 1,5… la gloria. Sí, parecen las pautas de un trabajo práctico, pero si todxs lxs profesores del mundo coinciden en esos requisitos es porque generan algo importantísimo: comodidad a la hora de leer. En el mundo editorial, en definitiva, hacemos lo mismo: tenemos que leer un texto, “evaluarlo”, tomar decisiones sobre él, durante varias horas y con atención. Es mucho más llevadero hacerlo con un archivo sencillo y prolijo. Eviten, entonces, fuentes muy rocambolescas (la Comic Sans y todas sus parientes, por ejemplo) o tabulados extraños a la hora de saltar de párrafo o poner sangría. Tampoco le agreguen estilo a títulos y subtítulos, si los hubiese (una simple negrita alcanza). Si quieren agregar imágenes, dibujos u otros archivos insertos, expliquen en un mensaje cómo se usarían y manden los archivos aparte. El manuscrito debería ser lo más liviano posible, y solo texto.
Una vez que ese manuscrito llega a la editorial, se empieza con el proceso de edición (valga la redundancia). Acá hay dos figuras que hacen su parte: por un lado, el editor es quien trabaja con el autor en cuestiones más estructurales. Puede o no proponer cambios y hacer sugerencias sobre el material a nivel narrativo. Por otro lado, el corrector de estilo es quien lee el texto con lupa y chequea que todo lo formal esté en orden: puntos, comas, mayúsculas, correcto uso de expresiones, tildes, nombres propios, datos mencionados, etc. Muchas veces los roles se cruzan, y una misma persona puede ejercer de ambos o pueden “mezclarse” un poco sus tareas, especialmente en editoriales chicas. Pero lo importante acá es destacar que el proceso de corrección se hace en la editorial, no hace falta que el autor por su cuenta contrate a un corrector freelance para entregar el manuscrito “listo”.
Ahora, como recomendación personal (y por haber estado del otro lado), intenten siempre que lo que escriban esté lo más prolijo posible en cuestiones formales. ¿Hay errores de tipeo o de concordancia en algún lado? ¿Esta coma va o no va acá? ¿Lleva tilde esta palabra? ¿Se escribe ex marido, exmarido o exmarido? ¿Los meses llevan mayúscula inicial (Septiembre) o no (septiembre)? (spoiler: la correcta es “exmarido” y los meses NO se escriben con mayúscula, los días de la semana tampoco). Todo eso es el famoso “estilo” de la corrección de estilo. Parece obvio, pero suelen ser los errores más comunes en todo lo que se presenta. Son cosas que no nos enseñaron en el colegio y ahora nadie sabe, pero todos vamos por la vida creyendo que sí y que sabemos los consensos al respecto.
¿Y en dónde puedo aprender estas cosas AHORA? Tenemos que recurrir a los materiales de esa institución que solamente conocemos porque está en contra del lenguaje inclusivo: la RAE. En su Diccionario panhispánico de dudas (2005) y en su Ortografía de la lengua española (2010), en la cual se introdujeron nuevas reglas importantes (como que ese, este, aquello, solo nunca llevan tilde, los prefijos van pegados a la palabra base, entre otros) está mucho de lo que hay que saber. Otra página muy útil y menos pesada es la de Fundéu, en donde se suben artículos constantemente sobre el uso correcto del español. (Nótese que digo “correcto”, no “buen uso”. Nada está bien dicho ni mal dicho en sí mismo, solo hay expresiones y formas que es mejor usar en ciertos contextos y no en otros).
Cada editorial tiene sus propias pautas de estilo, es decir, cómo eligen escribir cada cosa: por ejemplo, si las frases y expresiones en otro idioma las destacan en cursiva, like this, o si las ponen solamente entre comillas, “like this”. El estilo es básicamente una serie de acuerdos y consensos entre personas, y cada unx puede hacer lo que quiere, en realidad, pero están las pautas “oficiales”, que, se supone, más o menos respetamos todxs. Entregar un manuscrito que las siga es una opción estándar y que probablemente facilite mucho el proceso posterior. Después, si es una decisión consciente y se arregla con el editor, se pueden romper las pautas como unx quiera.
Como las que nombré son obras de consulta densas y ENORMES, acá algunos artículos de temas que son muy frecuentes y pueden servirles: usos de la coma, uso del punto, uso de mayúsculas, las actualizaciones más importantes de la OLE 2010, uso de prefijos.
Me despido por hoy, en modo maestra ciruela. LES JURO QUE CUANDO LO APRENDÉS TODO LO DEL ESTILO ES UN TEMA DIVERTIDÍSIMO.
Besos!! 🌹
Belu
¿Qué buscan las editoriales?
Para esta respuesta me voy a poner full modo del lado de lxs artistxs y decir: ni se lo pregunten. A la hora de escribir, piensen solamente en qué les gusta a ustedes, en hacer algo que se sienta propio y que sea lo mejor que creen que pueden hacer. Me arriesgo a decir que Juani les diría lo mismo en los talleres ❤.
“Lo que buscan las editoriales” es muy variable. En el mejor de los casos, una editorial busca sumar a su catálogo títulos de calidad, que les gusten y les parezcan valiosos para su proyecto. Pero, en la mayoría de los casos, lo que buscan es vender. (Si esos dos factores de dan juntos en un mismo libro, MAGIA, milagro, maravilla).
Una vez fui a la presentación de un libro de Ariana Harwicz, escritora argentina radicada en Francia hace mucho. Ella comentaba cómo, hace algunos años, muchas editoriales rechazaban historias que tratasen temas de abuso hacia mujeres –en sus diversas formas– por considerarlas “demasiado oscuras” o muy “pesadas” para el público. A partir de 2017-2018, pos #MeToo y #NiUnaMenos, las mismas editoriales salieron corriendo a buscar esos manuscritos cajoneados para hacerse con su cuota de tema del momento en sus catálogos. Así como, ahora, se rechazan muchos textos –que tal vez antes no hubiesen generado ningún revuelo– por considerárselos “políticamente incorrectos”.
Esta anécdota viene a cuento de que no podemos saber exactamente qué busca una editorial, porque eso depende de varios factores, muchos de ellos contextuales sobre los que no tenemos injerencia. Tampoco está bueno, me parece, escribir sobre un tema porque está en boga y creemos que así tenemos más chances de que interese: si lo hicimos solo para eso y no porque lo sintamos, se va a notar (creo), y no sé si los resultados serán los mejores. Me arriesgo de nuevo a decir que Juani estaría de acuerdo conmigo en eso.
En fin: sean libres, sigan lo que lxs llama para escribir, y lo otro se dará con gente afín. La hay por ahí dando vueltas ❤.
Besos!!
Belu
¿Qué ventajas tiene arriesgarte a publicar en redes?
Muchas más que los “riesgos”. Todo lo que sea compartir lo que unx escribe con otrxs –al menos a mí– me parece algo copado.
Las redes tendrán todo lo que tienen, pero es cierto que son un espacio para conectar con personas afines a las cuales capaz no te cruzarías de otra manera. Se han armado grupos y movidas de escritura súper lindas puramente vía Internet (¡este newsletter y los talleres de Juani son un ejemplo vivo!). Además, quién sabe, capaz lo que empieza como un simple “subir lo que escribo a redes” te puede llevar a lugares que ni te imaginabas (no necesariamente pegarla como influencer, pero sí abrir puertas que jamás hubieses pensado).
El único “contra” que le veo es que, muchas veces, a la hora de participar en concursos literarios, es requisito que presentes textos inéditos. Es decir, que no hayan sido publicados en ningún lado antes, ni siquiera en tu blog personal. ¿Qué son los concursos y cómo funcionan? Lo veremos en la próxima entrega *música de suspenso* *fade out dramático*
Besos!! Y feliz primavera a quienes estamos de este lado del trópico 🌹💐🏵🌻🌺🌷🌸
Belu
Concursos literarios, pt 1
¡Hola a todxs! ¿Cómo andan?
Hoy voy a tratar EL tema para escritorxs ignotxs que quieren ver sus palabras publicadas: concursos literarios. Ya lo había hinteado en septiembre, me tomé octubre para ordenarme y acá estoy.
Si deciden ir por el camino de las editoriales convencionales (gran momento para refrescar la segunda pregunta que respondí en este bello newsletter, en donde definí tecnicismos de términos), los concursos literarios suelen ser la opción más democrática para lxs que no tenemos contactos en el mundillo. Los hay miles, para todos los géneros, formatos y colores. A cuáles presentarse dependerá de lo que escriben (y de lo que busquen conseguir con lo que escriben: véase ¿Cómo busco una editorial acorde? (bis) en las respuestas anteriores. Juro que no meto más throwbacks por hoy).
Todo muy lindo, pero ¿dónde corno están esos famosos concursos? ¿Cómo se encuentran? Seguir a sus editoriales, revistas, etc etc preferidas es un gran primer paso, porque si algún día lanzan una convocatoria abierta, seguro la comuniquen por sus canales oficiales. Ahora, si buscan ampliar el panorama, LA herramienta número uno es el buscador de concursos de la web escritores.org, que pueden encontrar aquí. El sitio se encarga de recopilar y difundir convocatorias vigentes de toda América Latina y España. Pueden filtrar los concursos por país, género literario, por si admiten envíos por correo electrónico, entre otras cosas. Esto último es clave, porque hay muchas convocatorias que por esta vía reciben material sin importar el domicilio del participante. Por ejemplo, concursos de España que reciben entradas de cualquier región hispanohablante. Capaz te descubren en un país vecino antes que en el tuyo…
Lo más importante que tienen que mirar son las BASES Y CONDICIONES de cada concurso. Esa sección a la que siempre le ponemos “acepto” sin leerla cuando nos abrimos una red social nueva acá cobra especial importancia: es la que nos permitirá saber si ese concurso es para nosotrxs o no. Cada convocatoria tiene sus requisitos y lineamientos a la hora de recibir material y de permitir quién participa: léanla bien para evitar desgastes innecesarios de esfuerzo. Si el límite son 15 hojas y mandan 30, ni se van a calentar en leérselos. Tampoco si dicen que solo aceptan participantes con domicilio en Colombia y lo mandan con dirección de Argentina.
Hay ciertas cuestiones y consejos universales que conviene respetar para cualquier envío de material, sea el concurso que sea: las veremos en el próximo newsletter. Por ahora, ya tienen para entretenerse con el buscador.
Besos!! ❤
Belu
Concursos literarios, pt 2
¡Hola a todes! Mientras esperamos que algún superhéroe venga a salvarnos de la crisis climática y sus calores extremos (mentira, acá no tenemos multiverso al que escaparnos, así que tenemos que organizarnos y salvarnos nosotrxs juntxs), prendan el ventilador que retomamos con donde nos quedamos allá en noviembre.
Habíamos hablado en ese newsletter sobre los concursos literarios, esa herramienta democrática para acceder a las esferas tan aparentemente inalcanzables de la publicación editorial. Hoy voy a dar algunos tips para tener en cuenta cuando estén considerando mandar su material a uno. Cada concurso tiene sus particularidades, así que sí o sí hay que leer bien las bases y condiciones de los que les interesen para asegurarse de que puedan cumplir todos los requisitos, pero estas son cuestiones generales que suelen venir bien en todos los casos.
Lo primordial: fíjense que sea confiable. Estafas hay en todos los rubros. Chequeen quiénes son los organizadores, sponsors (si tiene), qué información de lxs participantes piden, si las personas que menciona como jurados/los sponsors comparten la convocatoria en sus redes, o directamente si existen. Otra cosa: no deberían pedirte plata por participar. Eso es poco serio.
Recomendación desde el lado artístico: tengan listo material que les guste, en el cual crean, y esperen que aparezca un concurso acorde para recibirlo, en vez de “escribir para” un concurso siguiendo lo que creen que ellos quieren leer. Así lo que salga va a ser mucho más genuino y más ustedes, se publique o gane O NO. Pero en ese caso, si no gana, no importa; nada peor que ganar con algo que unx no siente suyo.
OJO si el texto que están presentando antes lo subieron a una plataforma, página web o e-book autogestionado: varios concursos piden textos 100% inéditos.
Aténganse a los requisitos formales de las bases y condiciones. Esto es, no hacer “trampa”: respetar las cantidades de palabras, páginas, caracteres indicados; mandar material que se ajuste al género que piden (no mandar una novela policial a un concurso de poesía); usar seudónimo si es necesario. Posta esto me parece importante. Eso de “mando cualquier cosa porque, aunque no sea lo que piden, capaz un jurado lo ve y se queda maravillado con mi prosa y hace que se publique igual”, hasta donde sé, pasa solamente en las películas. La realidad suele ser más que, si mandaste un archivo con 15 páginas cuando el límite eran 10, lo descalifican sin siquiera leerlo. (Lxs jurados tienen que leer MILES de presentaciones, no solo la de ustedes: lo último que quieren es perder tiempo, así que es entendible. No lxs odien).
Vean bien el alcance de las regiones de los participantes. Algunos concursos están abiertos a toda Hispanoamérica; otros, solo a escritorxs con domicilio en ciertos países. En línea con el punto anterior, si mandan su texto a un concurso que no acepta participantes de su país, probablemente también termine directo en la papelera de reciclaje.
Manden manuscritos claros y legibles. Cada concurso tiene sus lineamientos para tipos de letras, márgenes y demás. Generalmente se atienen a lo clásico: márgenes 2.5, letra estándar (Arial, Calibri, Times New Roman) en tamaño 11 o 12, interlineado 1,5. No suele ser una buena idea incrustar imágenes ni ponerse muy rocambolescos en el diseño.
Presten atención a la sintaxis y la normativa. Un texto que cuesta leerse, o que tiene muchos “errores” (abuso o mal uso de gerundios, comas mal puestas, mayúsculas aleatorias, etc etc) se descarta mucho más rápido que uno que se lee más fluido y prolijo.
Por último, uno que parece una obviedad: chequeen por qué vía recibe el material el concurso, si es solo online (vía mail, plataforma propia, etc), de manera física (impreso y llevado a las oficinas o enviado por correo) o pide que lo manden por las dos.
De yapa: una nota que salió hace poquito, con algunos concursos literarios. También hay convocatorias de otras disciplinas artísticas, así que pueden mandárselo a amigues de otros palos (¡o aprovechar ustedes si son multifacéticos!). La pueden leer en este link.
Les mando un beso enorme y les deseo que este año les traiga obras culminadas y publicadas a todes :)
Belu 🌺
Hola! finalmente terminé mi novela (chan chan) pero no sé por dónde empezar para enviarsela a las editoriales. ¿Las googleo cual ansiosa y envio el manuscrito? ¿Espero un concurso y lo envio por ahí? No sé cómo proceder pero me gustaría publicarla, así que cualquier consejo se agradecería mucho <3 gracias
Hola!! Antes que nada: ¡felicitaciones por terminar la novela! 🎉👏🏻✨
Primero y, para mí, primordial, investigá bien a qué editoriales te gustaría mandarlo. Googlear “editorial” y mandar mails a la mayor cantidad que encuentres, aunque la ansiedad crea que es el camino al éxito, a veces termina siendo peor: es mejor mandar a menos, pero más afines a vos y a tu obra, que tirar tiros para todos lados y esperar que alguno acierte. Además, la frustración cuando no recibimos respuesta es directamente proporcional a la cantidad de mails que mandamos ofreciendo nuestro manuscrito (si mandaste mil correos y te contestan dos va a ser mucho más duro que si mandaste dos y te contestan uno. O al menos a mí me pasa un poco eso). Para evitar desgaste emocional innecesario, y guardar esa energía para seguir escribiendo, mejor afilar la puntería. Me explayé más sobre cómo buscar editoriales en las columnas tres y cuatro, de abril y junio 2021, y pasé algunas preguntas orientadoras, dejo el link por si querés ahondar 😊.
En cuanto a lo de mandar mail con el manuscrito, yo recomiendo, en vez de mandar el archivo de entrada, escribir preguntando si están recibiendo material (y si es así, si podés mandarles y a dónde). Si te dicen que sí, recién ahí mandáselos adjunto. Es cierto que las editoriales suelen trabajar con autores que ya conocen, amigxs, etc., y esta vía no suele ser la más frecuente por la que te reciban material. Entrar sin un nexo previo puede ser difícil, pero ES posible, así que vale la pena intentarlo.
En cuanto a la segunda pregunta, no te diría que “esperes” a un concurso pero sí estate atenta a convocatorias en las que sientas que tu novela podría entrar. Activá notificaciones, alertas de palabras newsletters, todo eso. Me parece importante, como ya comenté alguna vez, no intentar ajustar tu obra para que cumpla los requisitos del concurso, sino al revés: mandar cuando sientas que el concurso se ajusta a tu novela.
Las ganas de publicar una vez que sentimos algo listo son tremendas. Te entiendo, hermana. No digo que vaya a ser fácil ni instantáneo, pero espero que tengas un buen proceso hasta que lo consigas. A no bajar los brazos si cuesta: al final, vas a ver, llega ❤.
Besos!!
Belu